sábado, 30 de noviembre de 2013

Somos como somos

A lo largo de este blog, vamos a ir desgranando características personales para ganar en liderazgo dentro de una organización empresarial o política  y para poder apoyar una buena estrategia de comunicación en esos puntos auténticos que contrarrestan las carencias que, por naturaleza, tenemos todos.

Crear una buena marca personal, más necesaria que nunca en los tiempos que corren, ejercer un liderazgo real ante nuestros diferentes públicos, convertirnos en buenos y auténticos comunicadores, líderes de opinión, agentes mediáticos,... requieren de grandes dosis de autenticidad. No sólo "somos lo que hacemos" sino que "somos como somos" y eso no se puede cambiar.

Las personas auténticas llegan. Convencen. Arrastran. Crean. Son valoradas, tenidas en cuenta y reclamadas. Todos conocemos dirigentes que crean un halo determinado en torno a su figura. Que intentan ocupar un espacio que no les corresponde. Que se perfilan con unas cualidades que no son las propias. La autenticidad es ser como es uno mismo, procurando aplacar los puntos negativos fortaleciendo las propias virtudes personales.

La falta de autenticidad personal implica el miedo al rechazo y al fracaso, las presiones sociales del entorno para adaptarse y vivir de forma no auténtica, y, fundamentalmente, la falta de comprensión de lo que significa e implica la autenticidad.  Como consecuencia de todo esto, la persona trabaja por  mostrar su "mejor cara" y expresar lo que el entorno y sus públicos esperan de él, para ser percibido de manera positiva. Realmente, todos estos factores impulsan y limitan los pensamientos, las percepciones, los sentimientos y las elecciones diarias de cada uno que minan lo que transmitimos cuando creemos que también "somos lo que hacemos"

¿Qué pasaría si lanzamos una campaña de comunicación con un producto que carezca de esa autenticidad? ¿Qué percepción obtendríamos en nuestros públicos? ¿Cuánto tiempo podríamos mantener el liderazgo de ese producto? Ahora, párate a pensar y analiza qué pasaría si el producto eres tú mismo.

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