viernes, 25 de octubre de 2013

La economía pela a pela

Ignacio y Manuela es un matrimonio con tres hijos que han salido en varios medios de comunicación contando su caso y cómo la crisis les está sirviendo para valorar lo importante y jugar con lo que tienen. Ignacio es ingeniero agrónomo y Manuela es auxiliar administrativo. En época de bonanza no se preocupaban demasiado por los recibos que les cargaban en el banco, ni por la cuenta en el supermercado, ni los gastos de la tarjeta de crédito,... Como bien señala Ignacio, fueron años donde contabas con lo que tenías y con lo que te daba el banco. La capacidad de endeudamiento era tremenda y nadie te ponía pegas para nada.
 
A pesar del buen sueldo de Ignacio, conserva su trabajo como él dice gracias a un milagro diario, esta familia ha tenido que cambiar sus rutinas, hábitos de consumo y comportamiento. Manuela ha reducido su jornada para poder estar por las tardes en casa y ahorrarse el sueldo de una empleada doméstica. Ahora revisan todas las facturas y recibos y priorizan a la hora de realizar una inversión en la casa. Llevan una contabilidad con la mayor exactitud con el objeto de poder ir ahorrando ante posibles imprevistos del futuro. Antes de invertir en alguna mejora para la casa, por ejemplo, miran precios y piden varios presupuestos. Reutilizan materiales y les dan una nueva función. Cuidan el mantenimiento de las cosas que tienen para que duren más. Inculcan a sus hijos el cuidado de las cosas. Han cambiado de supermercado a uno más económico y empiezan a consumir marca blanca. Este cambio de chip, cuenta Ignacio, le ha hecho ver cómo "antes debíamos ser los mayores contribuidores de una de las eléctricas de referencia porque teníamos todas las luces encendidas siempre. Pero eso ya se ha acabado".   
 
La casi totalidad de los hogares en España llevan tiempo mirando la pela en todo momento, no por tacañería sino por responsabilidad familiar, en unos casos, y necesidad, en otros. Las demandas de la sociedad van por la línea del control de gasto. Si esas son las demandas sociales, no acabo de comprender cómo todavía se leen noticias de Ayuntamientos que realizan inversiones faraónicas, que mantienen un elevadísimo gasto corriente, que mantienen "servicios públicos" sin demasiado sentido y elevado gasto,... Alabo los Ayuntamientos que se han apretado el cinturón como la inmensa mayoría de familias y están llevando una contabilidad a la pela porque es lo que los ciudadanos demandan, municipios que están desarrollando rebajas en sus impuestos en beneficio de todos los hogares, políticos que se saben servidores públicos y tratan de hacer más con menos.

La situación actual lo requiere y la sociedad necesita dirigentes que trabajen siempre en la línea que sus jefes, ciudadanos, y clientes, los mismos ciudadanos, estén marcando en su comportamiento doméstico y familiar. La relación con cada uno de sus públicos será en una misma esfera que permitirá mejorar esa percepción existente actualmente. Las cuestiones económicas no sólo tienen que ver con la macroeconomía del país sino que cobran una enorme importancia en el esfuerzo diario de cada una de las corporaciones locales y afecta tanto a los que están en gobierno como a los que deben ejercer un control desde la oposición. La economía pela a pela es una responsabilidad de todos por cumplirla y exigir que se cumpla.

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