martes, 3 de diciembre de 2013

De tú a tú

En los corrillos posteriores a una reunión de padres del colegio surgió un tema de conversación acerca de los importancia de las personas en todas las decisiones empresariales y políticas. Alguno de los presentes ahondó en que lo más importante para su empresa era tener definidos los públicos a los que se dirige y trataba de considerarles en igualdad de condiciones siempre buscando el lado humano por encima del comercial con un importante éxito en sus políticas empresariales y un gran crecimiento de su cuota de mercado. 

Realmente hablamos de claridad, de ser claros con los demás y de "vendernos" tal y como somos. Vender un proyecto transparente, sin oscurantismo, afrontando las críticas de la opinión pública porque "a los ciudadanos hay que hablarles de tú a tú" (frase repetida por muchos políticos). Con el paso del tiempo, viendo los actos que unos y otros hacen, ese tú a tú se convierte en nada, en un yo conmigo mismo o incluso en una especie de tú a tú condicionado a si eres uno de los míos, que es igual a más de lo mismo.

En el caso de un político, se ha de dirigir a muchos y distintos públicos, enumeremos algunos de ellos: miembros del gabinete si se está en gobierno, personal de confianza, funcionarios, afiliados, simpatizantes,... Cada uno de ellos espera cosas distintas pero todos quieren que se les trate con claridad, franqueza y transparencia. A la larga se valora esta franqueza por mucho que a uno le duela. Dice en viejo refrán: "más vale un día morado que ciento colorado". Lo mismo sucede a nivel empresarial con otros públicos compuestos por personas: accionistas, empleados, proveedores, clientes,... Todo el mundo espera algo, bien sea un servicio, una promoción, una felicitación, un ascenso, una retribución, ...

Se nos llena la boca de promesas, de falsas expectativas. Pero no somos siempre conscientes de que lidiamos día a día con la felicidad, tranquilidad y salud de los que nos rodean. Porque, al igual que uno quiere que le sean franco, la gente necesita esa franqueza. Conocer las cosas con la suficiente claridad y transparencia para poder elegir, decidir, optar. Los ciudadanos no son sólo ciudadanos en elecciones. Los ciudadanos son ciudadanos todos los días del año. Los clientes de una empresa son personas con unas necesidades que tú debes subsanar y por eso son clientes. Los empleados, socios,... La gente, sea en grandes ciudades y o en pequeños pueblos, necesita que se les trate como lo que son y no como elementos "decisivos" en determinados momentos para cuadrar unas elecciones o una cuenta de resultados. 

domingo, 1 de diciembre de 2013

Yo no necesito nada

A menudo caemos en esa premisa. Creemos que una buena estrategia de comunicación sólo es necesaria para grandes empresas y/o corporaciones sin darnos cuenta de lo importante que es para nuestra propia marca personal y nuestra pequeña o mediana empresa.

Vivimos en un mundo de percepciones, el mundo de la imagen. Un frenético ritmo que hoy nos hace estar en la cumbre y mañana en lo más bajo de los fondos que pudiéramos imaginar. Nos creemos que lo sabemos todo y dudamos de lo que nos dicen los demás. Pero hay veces que es mejor pararse, escuchar, pensar y luego ejecutar. Cada uno de nuestros actos del presente serán nuestra situación del mañana.

La humildad es esa virtud que nos hace crecer. Ser humilde no es disimular que uno no es el Consejero Delegado de la empresa, no es hacerse el “normalote” cuando es nombrado candidato político, ni siquiera es ir a comer a restaurantes más sencillos por aquello de aparentar un status que uno no tiene. Ser humilde implica querer aprender, implica saber escuchar e implica, sobretodo, saber acatar consejos y opiniones y hacerlas propias. El empresario, político, profesor,…, humilde es aquel que llega lejos porque sabe mejorar, corregirse y luchar.

Durante mucho tiempo he escuchado expresiones de prepotencia cuando uno llega arriba. Por desgracia para ellos, porque han caído del pedestal, he podido escuchar expresiones de humildad y sencillez de esas mismas personas al cabo de un tiempo. Pero era tarde. No supieron rodearse de gente, hacer caso a lo que le iban diciendo y, al final, lograron que ese pedestal en el que estaban se hundiera motivado, en parte, por la prepotencia de sus actos y la prepotencia que proyectaban de su imagen.

Ser humilde no es lo mismo que ser sencillo. Al igual que ser listo no es lo mismo que ser inteligente. Podríamos decir que se complementan pero son como el agua y el aceite. Para trabajar con un plan de comunicación, es necesario que el sujeto en cuestión sea humilde y actúe con sencillez.

“No necesito nada”. Decíamos que esa era la frase de la discordia. La expresión del ingenuo. La antesala de un hundimiento casi seguro. Si no necesitas nada es porque crees que sabes dónde estás, a dónde quieres llegar y cuáles son los medios a emplear. Es porque crees que tienes bien definidos tus intereses y objetivos. Es porque piensas que conoces mejor que nadie tus audiencias. Es porque no has alcanzado ese mínimo grado de humildad para dejarte aconsejar. Si no necesitas nada, lo veremos .



sábado, 30 de noviembre de 2013

Somos como somos

A lo largo de este blog, vamos a ir desgranando características personales para ganar en liderazgo dentro de una organización empresarial o política  y para poder apoyar una buena estrategia de comunicación en esos puntos auténticos que contrarrestan las carencias que, por naturaleza, tenemos todos.

Crear una buena marca personal, más necesaria que nunca en los tiempos que corren, ejercer un liderazgo real ante nuestros diferentes públicos, convertirnos en buenos y auténticos comunicadores, líderes de opinión, agentes mediáticos,... requieren de grandes dosis de autenticidad. No sólo "somos lo que hacemos" sino que "somos como somos" y eso no se puede cambiar.

Las personas auténticas llegan. Convencen. Arrastran. Crean. Son valoradas, tenidas en cuenta y reclamadas. Todos conocemos dirigentes que crean un halo determinado en torno a su figura. Que intentan ocupar un espacio que no les corresponde. Que se perfilan con unas cualidades que no son las propias. La autenticidad es ser como es uno mismo, procurando aplacar los puntos negativos fortaleciendo las propias virtudes personales.

La falta de autenticidad personal implica el miedo al rechazo y al fracaso, las presiones sociales del entorno para adaptarse y vivir de forma no auténtica, y, fundamentalmente, la falta de comprensión de lo que significa e implica la autenticidad.  Como consecuencia de todo esto, la persona trabaja por  mostrar su "mejor cara" y expresar lo que el entorno y sus públicos esperan de él, para ser percibido de manera positiva. Realmente, todos estos factores impulsan y limitan los pensamientos, las percepciones, los sentimientos y las elecciones diarias de cada uno que minan lo que transmitimos cuando creemos que también "somos lo que hacemos"

¿Qué pasaría si lanzamos una campaña de comunicación con un producto que carezca de esa autenticidad? ¿Qué percepción obtendríamos en nuestros públicos? ¿Cuánto tiempo podríamos mantener el liderazgo de ese producto? Ahora, párate a pensar y analiza qué pasaría si el producto eres tú mismo.

martes, 26 de noviembre de 2013

Open Government. ¿Realidad o ficción?

Uno de los términos más de moda en la comunicación política es el llamado Open Government, Gobierno Abierto. Una de las máximas del gobierno abierto es asumir el compromiso de garantizar que la administración y todos los servicios públicos que el Estado brinda puedan ser supervisados por la comunidad, es decir, que estén abiertos al escrutinio de la ciudadanía.
 
Imagen. Grodmar Project (http://grodmar.com)
 
Considero que, como punto de llegada, es una meta muy ambiciosa y de enorme interés para toda la sociedad pero, no por ser un magnífico fin, es algo de fácil aplicación en nuestro país ya que para lograr ese objetivo son muchísimas las cosas que, de entrada, se tienen que cambiar, adaptar y mejorar.
 
Existen una serie de medidas, iniciales, que nos pueden aportar un punto de partida algo más favorable para la consecución de un gobierno abierto como la transparencia económica y relativa a todos los procesos de contratación de las diferentes administraciones. A la que se pueden sumar numerosas iniciativas enfocadas a una mayor democracia interna en los partidos, la transparencia propia de los partidos, sindicatos,... Conocer la gestión de los recursos con los que cuentan gracias a los impuestos de los ciudadanos.
 
Pero existe una condición inicial, básica, que permite que las cosas puedan avanzar y el Open Government sea algo más que una utopía, un deseo o una promesa encima de la mesa: situar al ciudadano como el centro de toda la actividad política. Ser consciente de que el verdadero valor de una democracia es el ciudadano que es quien debe ser el objeto y fin de la actividad política. Hasta que no logremos este enfoque, esta realidad, podremos hablar mucho de Open Government pero nos quedaremos, una vez más, en un deseo con pocos visos de materializar.

jueves, 21 de noviembre de 2013

La Comunicación en un Gobierno

En este nuevo post pretendo lanzar algunas ideas de interés para la realización de un Plan Estratégico de Comunicación de un Gobierno sea cual sea su ámbito de actuación. Teniendo en cuenta, en primer lugar, que lo importante es el público al que nos dirigimos. Puede ser momento también para realizar un análisis introspectivo y ver si estamos realizando todo aquello que queríamos o si nos están superando los acontecimientos y estamos entrando en un activismo innecesario.

Foto. Hoy Digital (http://tiny.cc/np5v6w)
 
¿Qué es un plan estratégico de comunicación? ¿Cabe la improvisación o triunfa la planificación?
Un plan estratégico es un documento que contiene las directrices básicas que fijan el curso de las acciones de comunicación de un gobierno. En un plan estratégico nada es fruto de la casualidad y menos de la improvisación. Todas las actividades de un gobierno que repercutan en la comunicación tienen que estar dentro de esa planificación y una definición de los públicos a los que nos tenemos que dirigir.

¿Baso un plan estratégico en mis creencias e intuiciones?
El plan estratégico debe estar basado en estudios que nos permitan conocer todos los entornos y circunstancias en los que nos movemos. Diagnosticar las oportunidades y amenazas, las carencias y principales demandas de los ciudadanos, el posicionamiento del propio gobierno,... con una definición de prioridades en relación a los recursos con los que contamos. Por lo tanto, las intuiciones personales e "inspiraciones divinas" no entran NUNCA en las bases de un plan estratégico que se defina para la comunicación de un gobierno. Que no entre en las bases significa que en un Plan Estratégico no caben para nada ni la intuición ni la improvisación.

Objetivos
Habrá que definir unos objetivos a corto, medio y largo plazo. En todos los casos, siempre deberá existir una "protección" a la figura del lider (Presidente, Alcalde,...) para que no esté sobreexpuesta innecesariamente.
En primer lugar debemos responder a la pregunta: ¿Dónde estamos? Para poder trabajar hacia la respuesta de la pregunta, ¿A dónde vamos?

El mensaje
El mensaje es la forma con la que vamos llegando a cada uno de los públicos que hemos definido en nuestro plan. Podemos canalizarlo a través de las redes sociales, medios convencionales,... Cada público debe recibir el mensaje adecuado a sus circunstancias.
Este mensaje debe tener creatividad, estilo, fuerza, posicionamiento, carácter, unidad y transmitir los valores que hayamos definido. Nunca un mensaje puede ser negativo sino aportar un punto de tranquilidad y confianza a los ciudadanos.
Por otro lado, el mensaje tiene que ser: claro, conciso, que conecte, convincente y consistente.

Imagen Institucional y de Gobierno
La imagen no es mágica pero es importante. Esta frase nos da unas ideas de la importancia de la imagen de gobierno. En un gobierno hay muchas cosas que se pueden resaltar, pero no de debe proyectar una imagen de todo. Hay que saber escoger qué proyectos o acciones se proyectan. Abarcarlo todo trasmitirá una idea confusa y emborronada de la realidad que queremos transmitir.

El mensajero principal. El Presidente / Alcalde
La imagen fundamental la transmite y encarna el gobernante (Presidente o Alcalde) que también debe realizar su labor en pro de los objetivos marcados y no debe estar al margen en ninguno de los casos. Es recomendable:
1. Realizar un estudio reputacional sobre su imagen y las percepciones que transmite.
2. Formarse intelectualmente en todo lo que tenga que ver con su región, ciudad,... para que pueda transmitir una imagen de que conoce de lo que habla y sabe todas las problemáticas. En temas económicos no puede confundir conceptos, por ejemplo.
3. Es el principal motivador y no debe transmitir sensaciones negativas. Si nuestro líder de gobierno se afianza en los mensajes negativos va a perder toda la credibilidad que pueda tener.
4. Debe trabajar las técnicas de comunicación y saber moverse en los distintos medios. Esto hace que sepa ser amable con las cámaras a la vez que comedido y transmita esa motivación al pueblo.
5. Deberá transmitir sentimientos que calen en la sociedad.

Por último, la programación. Debe existir en un Plan Estratrégico una programación que se vaya cumpliendo y que marque los diferentes hitos. Debe contener todas las actividades, con sus fechas de inicio y fin, definición de los diferentes mensajes, ... Si una planificación no se cumple habremos perdido el tiempo.

 

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Sociedad sin valores

Ayer tuve la oportunidad de estar con un gran periodista que me planteó su enorme preocupación ante nuevas inversiones que estaba haciendo el Ayuntamiento donde estábamos. Se preguntaba el sentido de ese gasto y lo justificaba, por decirlo de alguna manera,  con "el trinque". Me contó cómo a lo largo de sus más de 30 años de profesión había ido viendo una degeneración total en el comportamiento no sólo de la clase política sino de la sociedad en general. Él auguraba un duro futuro a nuestros hijos en una sociedad que avanza en la decadencia por la pérdida de valores dónde ya sólo importa uno mismo.
 
Antes de poner el dedo acusador en alguien de nuestro entorno, en la clase política, en las conductas de quienes influyen en la sociedad de una u otra forma, debemos hacer un análisis introspectivo. Ver cómo cada uno de nosotros se comporta en su día a día. Cada uno es un fiel reflejo de la sociedad que nos ha tocado vivir, una sociedad en la que la pérdida de valores humanos nos lleva directamente a una deshumanización de la sociedad. Ya no damos valor a cosas que, en otro tiempo, eran pilares en nuestra forma de actuar. Podemos hablar de muchas cosas: el valor de la vida, el esfuerzo, la generosidad, el mirar por los de al lado, la educación, la imagen,... vivimos inmersos en conductas antisociales que tienen multitud de consecuencias en el desarrollo diario como personas y como sociedad siendo la corrupción una de estas lamentables consecuencias.
 
Aristóteles critica en la “Política”, al idealista Platón por que este había diseñado una republica ideal en la que no caben ni el afecto, ni la propiedad; los únicos sentimientos -explica Aristóteles- son capaces de mover a los seres humanos.
 
El vacío de los valores es el vacío de algo cuya razón de ser no es nada gracias a la racionalidad económica que lo ha invadido todo. Nada vale por si mismo sino por su utilidad y los seres humanos nos convertimos en meros competidores. En definitiva, estamos en una sociedad en donde sólo lo cuantificable es y se convierte en un objeto y un fin.
 
Frente a esta pérdida de valores, la clase política tiene un enorme papel que desarrollar. Necesitamos políticos que impriman en la sociedad unos valores que antaño imperaban buscando únicamente el beneficio y bienestar de los ciudadanos a los que se deben. Debemos dejarnos de rupturas con lo pasado vendiendo que es progreso. La búsqueda de una sociedad laicista sólo nos va a llevar a neutralizar, cada día más, los sentimientos.
 
La juventud busca modelos de referencia en los que apoyarse. No cuenta con decir cosas sino también hay que vivirlas. Pensemos en los modelos que pueden tener hoy en día las personas que se están formando en colegios, universidades,... Está muy claro que lo que hagamos hoy, a todos los niveles, será la sociedad del futuro. Y está en nuestra mano.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Testimonio: El valor de una vida

Copio en esta entrada una carta a su hijo de un matrimonio que abortó. Es lo suficientemente clara con lo que omito todo tipo de valoraciones. Creo que nos puede servir de reflexión para calibrar el valor de una vida.

La transcripción es literal, tal y como me ha llegado.


Querido Juan,
Somos mamá y papá. Hace unos años hicimos una cosa muy mal hecha y evitamos que hoy puedas estar con nosotros. Queremos pedirte perdón porque por nuestro egoísmo, los miedos al qué dirán y una enorme irresponsabilidad te asesinamos antes de que pudieras estar con nosotros. Nos ha costado mucho reconocer que lo que hicimos estaba mal, nos ha costado mucho poder mirarnos a la cara y hablar de nuestro hijo mayor, que eres tú. Nos ha costado una barbaridad asumir que hemos asesinado vilmente a una criatura como tú. Perdónanos Juan.
Mira enano, ahora tienes unos hermanos a los que les contaremos quien eres tú y porque no estás con ellos jugando y montando en bici. Unos hermanos que sabrán que te tienen para todo lo que necesiten y que, desde allí, donde estás, siempre cuidarás de todos nosotros.
Jorge ya tiene cinco años, María cumple tres la semana que viene y Gonzalo empieza a dar sus primeros pasitos. En nuestro cuarto hay un pequeño cuadro con la ecografía que te hicieron cuando nos dijeron que mamá estaba embarazada. La guardamos y hace poco la hemos enmarcado para tenerte siempre con nosotros. Muchas veces, cuando Jorge pasa delante del cuadro dice “hola Juan”. Le hemos contado que tiene un hermano mayor, que estás en el cielo  y cuando sea más mayor le contaremos tu historia y lo que tus padres hicimos.
Ojalá pudiéramos volver atrás, a la sala de espera de esa clínica y no dar el paso nunca. Ojalá pudiéramos poder abrazarte y besarte, arroparte por las noches. Ojala pudiéramos verte correr con Jorge en el parque.
Escribimos esta carta con lágrimas en los ojos porque, a pesar de lo que hicimos, te queremos muchísimo. Hoy es tu cumpleaños y lo vamos a celebrar todos juntos en casa porque hoy cumples siete años. Le hemos dicho a Jorge y María que soplen las velas y están felices. Cuando vuelvan del colegio merendaremos todos juntos. Juan, hoy es el día, aproximado, en el que tendrías que haber nacido, y para nosotros, cada 19 de septiembre será siempre tu cumpleaños.
Perdónanos Juan por lo mal que lo hicimos.Te queremos muchísimo.
Un grandísimo beso,
Papá, Mamá, Jorge, María y Gonzalo

miércoles, 13 de noviembre de 2013

La renovación siempre pendiente en política

Miguel de Unamuno fue quien dijo que "el progreso consiste en renovarse". Una renovación que él estuvo buscando a lo largo de toda su obra. Una renovación que, en nuestros días, puede implicar ciertos cambios drásticos. Progresar es ajustarte a los tiempos que te tocan vivir. Progresar implica una evolución alejada de la ya comentada involución. Progresar es mirar hacia adelante buscando renovarse.
 
La renovación que vemos a nuestro alrededor implica desde reformar una casa hasta ceder el testigo a otro en un puesto de un consejo de administración pasando por quien estudia idiomas, el que fomenta nuevas aptitudes profesionales, nuevos estudios, capacidades, personas,... Renovarse es fundamental en toda organización porque aumenta la calidad de los servicios que presta a nivel externo como interno buscando un desarrollo personal y empresarial. 
 
Parece que lo que es normal en toda organización es algo raro en política. No quiero referirme a política nacional sino a la política con Mayúsculas que es la municipal. La política de la calle, de barrio, de los problemas diarios. La política del trabajo anónimo, sacrificado y, muchas veces, poco valorado. Si la renovación es buena, es progreso, es mejora,... ¿Qué pasa en nuestros municipios?

La renovación no es decir lo mismo que siempre de una forma diferente para camuflar que, realmente, sigue siendo lo mismo, ni decir que hemos vuelto a la escena política renovados y con más fuerza. Todo eso con la particularidad de que lo dice gente que lleva toda la vida en lo mismo. Pero volvamos a nuestros municipios, ¿por qué no se deja paso a una renovación, gente joven con ganas, diferente visiones en beneficio de los ciudadanos? Os animo a que miréis a vuestro alrededor, en vuestros municipios y pidáis esa renovación necesaria para depurar una institución tan importante como la municipal. ¿Cuántos años llevan el alcalde o los concejales ejerciendo el cargo? Si queremos progresar en la línea de la transparencia y recuperar el lugar que merece la sociedad, es un paso que se debe dar. Hay cosas curiosas en esto de la no renovación o perpetuidad en los cargos: candidatos que se presentan como número uno y pierden sistemáticamente (hasta cinco elecciones consecutivas) vendiendo en todas que estamos ante un proyecto ilusionante. Eso sí, ahí siguen.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Liderazgo social

Cada día está más de moda hablar de liderazgo. Todo el mundo sabe cómo crear un líder y es relativamente normal achacar los problemas existentes en una organización a una absoluta carencia de liderazgo. Según parece, todos debemos ser líderes porque criticamos y juzgamos el liderazgo de los otros. Juzgamos gratuitamente con total impunidad y ex cátedra cosas de las que no tenemos demasiado conocimiento porque el liderazgo, como muchas otras cosas relacionadas con las relaciones sociales, está abierto al juicio de documentados e indocumentados.
 
En esta entrada pretendo dar alguna pincelada, con argumentos, sobre la ausencia total y absoluta de liderazgo político en algunos de los dirigentes que tenemos hoy en día. No pretendo mencionarlos ni siquiera señalar las ventajas que puedan llegar a tener porque, reconozco que, no me importa nada la valoración interna que tengan, ni siquiera el porcentaje de apoyos que tuvieron en sus respectivos cónclaves internos, ni si son o dejan de ser personajes documentados, cultos, con prestigio, trabajadores,... Dejemos que internamente vayan sacando sus carencias y ellos mismos, en sus partidos, acaben de dinamitar el poco o mucho prestigio que, a fecha de hoy puedan tener.
 
Lo que verdaderamente me importa, y mucho, es la falta de programa político, la ausencia de presencia en los medios de comunicación proponiendo, aportando y creando valor alrededor de la sociedad. Lo que me importa de estos "líderes" políticos es comprobar cómo muchos de sus planteamientos carecen de firmeza y bailan al son de la más guapa tratando, en muchos casos, a los ciudadanos como meras mercancías con las que compran y venden apoyos políticos en beneficio de vaya usted a saber qué cosa. Lo preocupante es que nadie coja las riendas en muchas ocasiones y estemos ante comportamientos más de parvularios que de dirigentes políticos. Lo dramático es seguir comprobando, día a día, que la gente de la calle no existe.
 
El liderazgo en política puede ser interno para mantenerse eternamente en el puesto y huir de la renovación. Pero el auténtico liderazgo, el que importa de verdad, es aquel que transmite a la sociedad confianza, tranquilidad y optimismo. La verdad, la humildad, el esfuerzo, la coherencia y la palabra son algunas de las características que harán que esos políticos a los que me he referido, o a cualquiera en el que puedas pensar, lleguen o no a ser verdaderos líderes sociales, un nivel muy superior a ser líderes políticos.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Hablamos de involución política

Cuando hablamos de involución nos referimos como un término opuesto a la revolución y a la propia evolución natural. Esto resulta obvio cuando lo comparamos con un proyecto en el que el camino a recorrer es siempre hacia adelante. De forma natural y normal, los humanos tratamos de evolucionar en nuestros propios procesos personales. Desde el momento de la concepción, el ser humano evoluciona en su proceso natural de crecimiento y maduración. Evoluciona en su conocimiento mediante el aprendizaje y el estudio. Evoluciona en sus relaciones personales y sociales. Evoluciona en relaciones sentimentales, en sus relaciones laborales. El ser humano tiende, por naturaleza, a ir evolucionando acorde con los tiempos que le tocan vivir. Por ley natural, llega un momento en el que el ser humano comienza una involución progresiva motivado por la edad y/o diferentes factores que llevan a un conjunto de modificaciones regresivas que le impone su organismo.

Por otro lado, vemos cómo la sociedad evoluciona, por ejemplo, en materia de bienestar, en materia tecnológica y en el modo de afrontar las relaciones entre pueblos. Pero, ¿qué está pasando con la clase política y sus relaciones con los ciudadanos? Podríamos señalar multitud de situaciones en las que nuestros políticos desarrollan una involución que, de por si, sería anti natura contando con los medios y avance que la sociedad, a la par, va efectuando.

Aristóteles, en la ética de Nicómaco, afirma que el fin de la ciudad es el ciudadano. Que los legisladores buenos hacen buenos a sus ciudadanos y que en esto se debe distinguir al buen legislador del que no lo es: "El verdadero político se esfuerza en ocuparse, sobre todo, de la virtud, pues quiere hacer a sus ciudadanos buenos y sumisos a las leyes". Aristóteles afirma que "el gobernante virtuoso, para poder guiar a la ciudad hacia los fines propuestos, debe rechazar las pasiones y elegir el mejor de todos los bienes posibles..."

Tomando como referencia a Aristóteles, podemos apreciar una clara involución, en muchos casos, en la relación de nuestros gobernantes con los ciudadanos. Aristóteles habla de ciudad en un término amplio que yo quiero centrar en un ayuntamiento como institución, teóricamente, más cercana a los ciudadanos. Él nos habla de la importancia siempre del ciudadano como eje nuclear en la labor pública. Importancia que, con el paso de los años, se ha ido perdiendo en beneficio de esas pasiones que antiguamente había que rechazar por el bien común.

Como siempre, estamos "condenados" a evolucionar. Pero esta evolución debe ser no sólo en la vida personal de cada uno sino también en las relaciones, actitudes y desvelos de los que, en teoría, deben trabajar por cada uno de nosotros.

lunes, 4 de noviembre de 2013

La austeridad en política, clave del éxito

La realidad política y social de nuestros días parece que van completamente separadas. En los tiempos en los que vivimos necesitamos una clase política que viva pegada al terreno, a los problemas de los ciudadanos, a las necesidades que existen en cada uno de nuestros pueblos y ciudades.
 
La sociedad demanda dejar el sectarismo político. Un político que gobierna lo debe hacer para toda la ciudadanía y no sólo para las suyos porque en política se está para servir y no para servirse. Este es uno de los grandes males que existen en nuestra sociedad, donde los políticos han manejado a su antojo, han hecho y deshecho ante la mirada impasible del resto de formaciones políticas, de los agentes sociales y de la sociedad.
 
Ya no necesitamos obras faraónicas ni grandes infraestructuras para declinar el voto hacia uno u otro lado. No estamos en tiempos de derroche sino de austeridad, atrás quedaron esos años donde el tamaño si importaba. Ya no es tiempo de ocultismo sino de transparencia. No es el momento de soberbia política sino de humildad. La sociedad necesita y quiere políticos austeros, sencillos, humildes, trabajadores, con vocación de servicio y no de servirse, transparentes,...

Es curioso comprobar cómo la clase política, desde el inicio de la democracia, ha visto como su prestigio e imagen iba descendiendo a la par que el número de escándalos de corrupción iba aumentando.

En 1975 España salió de décadas de dictadura con poca experiencia en la organización de la política de base. Las élites políticas posteriores al franquismo crearon unos cuantos partidos dominantes que se calificaron de democráticos, pero que rehuían a la elección directa de sus líderes. El sistema reforzó la estabilidad, según los historiadores, pero redujo el compromiso cívico.

"Hasta ahora, los partidos políticos españoles no tenían incentivos para tomarse muy en serio la corrupción porque los votantes realmente no les castigaban por ella mientras la economía crecía", indica Fernando Jiménez, experto en corrupción gubernamental de la Universidad de Murcia.
 
La indignación canalizada de muy diferentes formas comenzará a castigar a las instituciones que no trabajen en clave de austeridad y transparencia. La actual forma de representación política, encarnada en un bipartidismo, irá, con el paso de los años, abriendo nuevas opciones en donde el poder se irá diluyendo en nuevas fuerzas políticas con muy variados intereses. Esas nuevas formaciones, ya tenemos casos en España, tratarán de manifestar una enorme transparencia interna fruto del momento en el que han surgido. Las plataformas vecinales o agrupaciones locales, tenemos casos de éxito en municipios de España, marcan en muchos casos una tendencia en auge que debilita la hegemonía de los grandes partidos y muestran una nueva forma, no por novedad sino por desuso, de hacer política: pegada al terreno y a los ciudadanos.

Esta nueva forma de enfocar y hacer política diferenciará a quien abandere esta nueva manera de trabajar con hechos y realidades y no con palabrería y promesas. La sociedad quiere participar y quiere poder decidir con una implicación que, cada día, tiende a ser mayor y más efectiva. 

La era 2.0 en política, ¿existe?


La llegada de internet y su alta penetración en el mercado facilita el empleo de las nuevas tecnologías como una herramienta más en el proceso estratégico de una consultoría política. La comunicación 2.0 se incorpora al resto de canales empleados por el marketing político con el objetivo de llegar a diferentes audiencias.
 
Con la aparición del fenómeno web 2.0 se está produciendo un cambio en la red y en sus canales de comunicación. Los usuarios ya no reciben sólo la información sino que la pueden gestionar, compartir dejando de ser sujetos pacientes y pasando a ser elementos activos en la estrategia de comunicación.  A lo largo de los últimos años, esta nueva forma de comunicar ha penetrado con fuerza en la comunicación política por las enormes ventajas y ahorro de costes que supone la red frente a los sistemas tradicionales. Esta nueva herramienta ha tenido su aparición y su cierta influencia en el marketing político, pero como iremos viendo, su penetración y eficacia dista mucho en función del país y proceso electoral del que hablemos ya que  es necesario alcanzar la bidireccionalidad necesaria para obtener el resultado esperado.
 
La comunicación 2.0 o política 2.0 no es un fin en sí mismo sino parte de una estrategia para alcanzar diferentes públicos. Al igual que el marketing político se fue desarrollando en EEUU primero con la llegada de la radio, posteriormente de la televisión, internet se convierte en un nuevo medio para llegar a los públicos y ejecutar una segmentación eficaz, rigurosa y directa.
 
La comunicación 2.0 pretende atraer electorado mediante una humanización de la comunicación, generar opinión, crear grupos de apoyo, movilizar o desmovilizar electores que veremos en próximos temas en qué consiste la movilización o desmovilización de electores mediante el análisis y conocimiento de la ley D’Hondt.

Cada una de estas redes permite al político emplear la bidireccionalidad, en una actitud de continua escucha a las necesidades de los electores. Tradicionalmente, una campaña electoral es similar al un tablón de anuncios en donde el partido político trasladaba a los votantes un mensaje de modo unidireccional mediante los diferentes soportes existentes: prensa, radio, televisión, vallas, carteles,… El ciudadano recibía los mensajes y respondía al mismo en función de sus convicciones. Ahora, las nuevas tecnologías obligan al político a cambiar de actitud porque la política 2.0 permite y fomenta la conversación. Las reglas de la comunicación política se modifican y, por lo tanto, el modo de hacer política tiene que contemplar una nueva dimensión en consonancia con la evolución social.

Hemos señalado la importancia de buscar la interacción con nuestros votantes como parte fundamental del marketing político. Necesitamos buscar, encontrar y llegar a cada uno de nuestros posibles electores con concreción, como si este fuera único. La búsqueda del feedback de nuestros públicos nos permite ir modificando pautas, acciones y concretando cada uno de los mensajes que transmitimos a la sociedad.

Sin embargo, las enormes virtudes que tiene la comunicación 2.0 siguen siendo una utopía en nuestra sociedad. La clase política, en nuestros días, no mantiene esa actitud de escucha en las redes necesaria para la obtención de esa conversación, esa bidireccionalidad es inviable porque no se da el componente claro de la escucha y porque el ciudadano no se siente, de momento, implicado con lo político.

Con todo esto, las RRSS y el marketing 2.0 permite a los consultores políticos ahondar en facetas del candidato y transmitirlas a la sociedad obteniendo importantes réditos en cuanto a imagen, modificación de la percepción, mensajes,… Las redes son uno de los mejores modos de tratar de trabajar la humanización de un candidato político.

En definitiva, el marketing político 2.0 consiste en uso de las nuevas tecnologías digitales para comunicar e interactuar con nuestros públicos. La comunicación 2.0 contempla la bidireccionalidad como parte fundamental buscando el diálogo entre las partes. Mientras esa bidireccionalidad no se de, no existirá una auténtica comunicación 2.0.

 


martes, 29 de octubre de 2013

Testimonio: Dejé la política por principios

Este fin de semana he tenido la oportunidad de conocer la trayectoria política, escasa, de Javier y los motivos que le llevaron a dejar su acta de concejal en una ciudad grande, su ciudad de toda la vida. Javier tiene actualmente 64 años y una amplia experiencia profesional en la empresa privada con importantes responsabilidades. En el año 2007 le animaron a formar parte de las listas municipales, como independiente, de su partido de toda la vida. Aceptó un puesto de salida para no tener responsabilidades de gobierno ya que no quería, para nada, dejar su puesto de trabajo. Antes de cumplir un año como concejal entregó su acta y se fue a su casa decepcionado con lo que había vivido y con una gran impotencia por no poder hacer nada.
 
Javier quiso ser concejal por afán de servicio a su ciudad y porque pensaba que había otras formas de hacer política. Él creía que en política se está para servir a la gente y tratar de buscar los mayores canales de comunicación para poder interactuar con las demandas sociales y tratar a cada uno de los ciudadanos con la mayor personalización posible. "Miguel, en un Ayuntamiento no puede haber siempre números, son personas que se acercan con problemas y dramas personales a los que tenemos que ayudar si o si y esa es nuestra misión. Yo dejé la política por principios".
 
Javier echaba de menos la capacidad de servicio, la cercanía de un político con la sociedad. Vio que no se trataban de cerca muchos de los problemas con los que se enfrentaban. Muchos de sus compañeros se fueron endiosando y alejando de los principios que les había llevado a todos a la hora de entrar en esa lista electoral: servir a los ciudadanos y a su ciudad.
 
En una entrada anterior hablamos de la actitud de escucha necesaria para el desarrollo de una buena actividad política. En este post algunas de las reflexiones que llevaron a Javier a dejar una ilusión que tenía: trabajar por su ciudad y sus vecinos.

Ni todos los políticos son iguales ni todos actúan de la misma manera. Pero es importante que nos demos cuenta de la actitud que cada uno tiene en el ejercicio de su faceta pública y los motivos que le llevan a obrar de una u otra forma. La sociedad demanda, cada día con más fuerza, una mayor cercanía.  

viernes, 25 de octubre de 2013

La economía pela a pela

Ignacio y Manuela es un matrimonio con tres hijos que han salido en varios medios de comunicación contando su caso y cómo la crisis les está sirviendo para valorar lo importante y jugar con lo que tienen. Ignacio es ingeniero agrónomo y Manuela es auxiliar administrativo. En época de bonanza no se preocupaban demasiado por los recibos que les cargaban en el banco, ni por la cuenta en el supermercado, ni los gastos de la tarjeta de crédito,... Como bien señala Ignacio, fueron años donde contabas con lo que tenías y con lo que te daba el banco. La capacidad de endeudamiento era tremenda y nadie te ponía pegas para nada.
 
A pesar del buen sueldo de Ignacio, conserva su trabajo como él dice gracias a un milagro diario, esta familia ha tenido que cambiar sus rutinas, hábitos de consumo y comportamiento. Manuela ha reducido su jornada para poder estar por las tardes en casa y ahorrarse el sueldo de una empleada doméstica. Ahora revisan todas las facturas y recibos y priorizan a la hora de realizar una inversión en la casa. Llevan una contabilidad con la mayor exactitud con el objeto de poder ir ahorrando ante posibles imprevistos del futuro. Antes de invertir en alguna mejora para la casa, por ejemplo, miran precios y piden varios presupuestos. Reutilizan materiales y les dan una nueva función. Cuidan el mantenimiento de las cosas que tienen para que duren más. Inculcan a sus hijos el cuidado de las cosas. Han cambiado de supermercado a uno más económico y empiezan a consumir marca blanca. Este cambio de chip, cuenta Ignacio, le ha hecho ver cómo "antes debíamos ser los mayores contribuidores de una de las eléctricas de referencia porque teníamos todas las luces encendidas siempre. Pero eso ya se ha acabado".   
 
La casi totalidad de los hogares en España llevan tiempo mirando la pela en todo momento, no por tacañería sino por responsabilidad familiar, en unos casos, y necesidad, en otros. Las demandas de la sociedad van por la línea del control de gasto. Si esas son las demandas sociales, no acabo de comprender cómo todavía se leen noticias de Ayuntamientos que realizan inversiones faraónicas, que mantienen un elevadísimo gasto corriente, que mantienen "servicios públicos" sin demasiado sentido y elevado gasto,... Alabo los Ayuntamientos que se han apretado el cinturón como la inmensa mayoría de familias y están llevando una contabilidad a la pela porque es lo que los ciudadanos demandan, municipios que están desarrollando rebajas en sus impuestos en beneficio de todos los hogares, políticos que se saben servidores públicos y tratan de hacer más con menos.

La situación actual lo requiere y la sociedad necesita dirigentes que trabajen siempre en la línea que sus jefes, ciudadanos, y clientes, los mismos ciudadanos, estén marcando en su comportamiento doméstico y familiar. La relación con cada uno de sus públicos será en una misma esfera que permitirá mejorar esa percepción existente actualmente. Las cuestiones económicas no sólo tienen que ver con la macroeconomía del país sino que cobran una enorme importancia en el esfuerzo diario de cada una de las corporaciones locales y afecta tanto a los que están en gobierno como a los que deben ejercer un control desde la oposición. La economía pela a pela es una responsabilidad de todos por cumplirla y exigir que se cumpla.

jueves, 24 de octubre de 2013

El complejo de lo complicado

EXPRESIÓN COMPLICADA: Los fondos internacionales interesados en Novagalicia no podrán cobrar dividendos durante un periodo de plazo de abstinencia que oscilará entre dos y tres años.
EXPRESIÓN SENCILLA: Los que van a comprar Novagalicia no cobrarán beneficios en dos o tres años.
 
EXPRESIÓN COMPLICADA: El órgano emisor adjudicó letras a nueve meses garantizando rentabilidad al vencimiento del 29 por ciento inferior a la subasta anterior.
EXPRESIÓN SENCILLA: España capta dinero un tercio más barato que el mes anterior.
 
Estos son dos ejemplos, entre todos los que quieras, de mensajes enviados al conjunto de la población en donde parece que no se ha pensado, para nada, en el receptor del mismo. Es curioso comprobar cómo se está asentando en nuestra forma de comunicar el "complejo de lo complicado". Ese complejo que nos hace articular los mensajes del modo más complicado posible para tratar de transmitir un enorme grado de conocimiento sobre la materia de la que se trata. Este complejo sólo intenta, en gran parte de los casos, tapar las carencias, inseguridades, desconocimiento,... 
 
Lo más sencillo siempre es lo más eficaz. Eso sucede en todo. Cuanto más fáciles haces las cosas, logras una mejor penetración en los públicos a los que te diriges y logras una enorme credibilidad. Haces partícipe a la gente de tus proyectos. Todos te entienden a la primera. Todos están en la misma esfera de lenguaje. Todos participan. Entonces, ¿por qué vamos de esnobistas y mantenemos el "complejo de lo complicado"?
 
Las cosas, no sólo en política, hay que hacerlas fáciles. Piensa también si en tu día a día, en tu vida cotidiana te dejas llevar por este complejo. La sencillez en el razonamiento, la sencillez en la palabra nos acerca, siempre, a la gente a la que nos dirigimos. Un político no va a dejar de ser político ni va a tener menos prestigio si emplea un lenguaje llano y sencillo. Al contrario, lo complicado ya no gusta, necesitamos cercanía y sencillez, siempre dependiendo del foro donde estemos y al público al que nos dirijamos.  

martes, 22 de octubre de 2013

La humildad es una muestra de fortaleza

Pedro Luis tiene 59 años y ha trabajado toda la vida en una clínica privada especializada en la espalda y sus dolencias. Empezó como médico residente hasta que llegó al puesto de gerente que ocupa en la actualidad, un trabajo nada médico y menos aún quirúrgico. Josefina es su mujer y a sus 58 años le han detectado una gran hernia lumbar que le tiene postrada en cama. Pedro Luis tiene la solución ya que conoce a los mejores profesionales de la especialidad que trabajan en su hospital. Él es especialista en ese campo pero ya no está a la última a pesar de que sigue leyendo, estudiando e investigando los nuevos avances médicos. Pedro Luis quiere lo mejor para su mujer y no lo duda ni un segundo. Durante este proceso, no le da tiempo a reconocer sus limitaciones porque ni se plantea ser él quien opere a su mujer quien necesita un buen cirujano.  
 
En política, de modo normal, ocurre todo lo contrario al ejemplo anterior. El político, más si es municipal, suele pensar que conoce todo lo que sucede (hace su propio análisis) y sabe cómo aplicar una solución eficaz a esa situación inicial. Nos encontramos con grandes soberbios que no saben reconocer sus errores, que viven en una jaula de oro y que están del todo alejados de la sociedad. Hay cosas que deberían ser normales en el funcionamiento político y que están completamente alejados de la realidad. Entre otras:
 
1. El político debe dejar de rodearse de palmeros y empezar a tener gente válida alrededor que le diga la realidad de las cosas. Hay que dejar de vivir en una burbuja.
 
2. Ante determinados problemas existen una serie de soluciones que las aporta un profesional. Olvidar la intuición y dejar de creerse el mejor en todo. Trabajar la humildad como primer paso para lograr una cercanía con los votantes y públicos.
 
3. Reconocer los fallos. Es imposible que todo le salga bien a una persona porque somos humanos. Y es propio de los humanos tener fallos y debería ser una constante reconocerlos. Al contrario de lo que dicen muchos, yo soy de los que piensa que la humildad para reconocer un fallo determinado es la puerta de entrada a un incremento de humanidad, credibilidad, prestigio,... y para nada una debilidad.
 
Al igual que Pedro Luis que recurre a un gran profesional para operar a su mujer buscando lo mejor para ella, en política ocurre exactamente lo mismo, siempre y cuando salgamos del "yoismo" que tienen los políticos y que les convierte en un centro de todo, y por lo tanto, en el centro del problema. Hay una ciudad en España en donde un partido político pierde, elección tras elección, importante número de votantes. Una ciudad donde el "yoismo" está instalado con fuerza en la figura del portavoz municipal quien conoce todo, sabe de todo, critica todo y al final, no consigue absolutamente nada. Reconocer, con humildad, nuestras propias carencias nos reforzará las virtudes y fortalezas que poseemos. Al contrario de lo que piensan estos "yoistas", no sólo no muestra debilidad sino que refuerza la propia figura del político.
 

lunes, 21 de octubre de 2013

La actitud de escucha

"Primero observa, argumenta después", cita de Jean H. C. Fabre, nos dice mucho sobre la realidad de las diferentes esferas de la comunicación que nos encontramos entre los ciudadanos y los políticos. Tratemos de enfocarlo siempre en positivo ya que se trata de sumar y aportar y no únicamente de realizar críticas. La suma de todos, slogan de campaña de la comunidad de Madrid, redundará en una mejora, sin duda, del bienestar de todos los que estamos implicados, la sociedad.
 
Decía que existen dos esferas en la comunicación que corresponden a cada uno de los agentes implicados. Por un lado tenemos a la sociedad civil con una serie de inquietudes y, por el otro, a la clase política con unas líneas teóricamente marcadas. Es frecuente encontrar mensajes, discursos, razonamientos, medidas, actuaciones,.. realizadas por los políticos que no sólo no importan a la mayoría de la sociedad sino que logran transmitir unas percepciones erróneas de lo que se está haciendo. De ese modo, no sólo no se consigue llegar a sus distintas audiencias sino que se llena de ruido la comunicación.
 
Imaginaros una familia, un matrimonio, en donde el marido tiene una serie de preocupaciones e inquietudes que quiere ir solucionando para las que busca unas respuestas y su mujer se muestra ajena a todo eso, que le afecta directamente, y trata de temas que no sólo no solucionan los problemas presentes sino que le aleja, poco a poco, de la realidad cotidiana. Recientemente he conocido casos, con una enorme pena, en donde esta doble esfera de comunicación ha llevado a la fractura de matrimonios perfectamente asentados durante muchos años. Cada uno de los dos esperaban cosas diferentes del otro. Esa doble esfera, prolongada en el tiempo, incrementa la desconfianza y facilita la ruptura. Era como si cada uno tirara hacia su lado sin mirar por el otro partiendo de la inexistencia de una actitud de escucha, de interés, de proyecto en común.

Si aplicamos ese mismo ejemplo a la relación de los políticos con la sociedad nos encontramos, definitivamente, con la misma consecuencia final. Cada uno de los dos espera algo diferente de lo que se está dando. Y yo me pregunto, ¿Tan complicado es buscar una misma esfera que sume, aporte, implique y facilite el desarrollo de un mismo proyecto en común? ¿Es tan complicado que nuestros políticos sitúen sus mensajes en el plano que tiene la sociedad? Esta claro que aquí no hay nadie más listo que el otro pero sí existen unas personas que deben trabajar, para eso son elegidos, en beneficio de una sociedad que espera, demanda y necesita una serie de acciones determinadas. La esfera de la comunicación debe situarse en la misma línea para que, entre todos, seamos realmente una suma. Si los políticos hablan y lanzan mensajes que no llegan a la sociedad y que va causando cada día más desgana entre sus públicos, ¿Por qué no se empieza por conocer cuales son las demandas de esos públicos? La solución resulta sencilla cuando procuramos mirar por el resto. No es cosa de un día aislado sino de una constante en el tiempo con resultados ciertamente gratificantes.
 
Comenzaba este post con una referencia  a Jean H. C. Fabre quien dice: "Primero observa, argumenta después". En nuestra vida diaria lo importante es observar, escuchar. Si cumplimos este primer paso, podremos argumentar en la línea de lo que conocemos. De esta manera, nuestro mensaje siempre estará en la línea de lo esperado por quien lo recibe. Esta realidad marca un punto importantísimo en la relación de confianza necesaria, siempre, para trabajar con eficaz la persuasión y lograr una mayor credibilidad entre nuestros públicos. Mantener una actitud de escucha permitirá que lo que digas irá bien enfocado. Aléjate de la palabrería y centra el tiro ante lo que realmente se demanda, evitará ir incrementando la ruptura que, hoy por hoy existe, entre unos y otros. Las acciones bien enfocadas siempre suman.

viernes, 18 de octubre de 2013

Sólo gana quien hace la calle

En una conversación reciente, una persona me explicó que su trabajo consistía en hacer la calle porque su negocio y su sustento económico estaba siempre en la calle. Es un magnífico comercial que pertenece a ese colectivo que supera las miles de personas en España estando censados más de 50.000 en el Consejo General de Colegios de Agentes Comerciales de España. Nos contaba cómo hacer la calle era la manera perfecta para estar en contacto con sus clientes y posibles clientes. Su forma de fidelizar y de estar pendiente de lo que sus audiencias le están demandando sea o no de su sector. Para Francisco, estar en la calle es su modo de vida y su pasión. El trabajo de oficina lo limita al mínimo porque su sitio es con la gente.

La profesión más antigua del mundo tiene sus clientes en la calle. Sin entrar en matices morales o estéticos, es allí donde satisfacen las demandas de sus clientes y donde encuentran nuevas oportunidades de negocio. Como bien se suele decir, el negocio está en la calle para todas las profesiones. Si palpas la calle podrás crecer y sabrás qué demandas tienen cada uno de tus públicos. 

Hablamos de clientes. Hablamos de la calle. Hablamos de estar presente en el día a día de la gente. Hablamos de trabajo esforzado, diario y constante. Hablamos de estar en contrato contínuo con nuestros clientes actuales y potenciales. Hablamos de estar donde debemos estar y de hacer lo que tenemos que hacer. Si el negocio y mis clientes están en la calle...¿Qué pintaría yo sentado en un despacho? 

Existe una profesión que muchas veces es ajena a esta realidad: la política. La política municipal, la política de los vecinos, de los barrios, de los comercios, de las asociaciones, de las familias, de la economía doméstica. La política de los hechos cercanos, de las acciones cotidianas, de la preocupación constante por cada uno de los vecinos de mi localidad. La política auténtica que debe ser la escuela de los grandes políticos de un país. ¿Por qué los ciudadanos no logramos tener esa cercanía necesaria con nuestros políticos? ¿Por qué sólo les vemos cada cuatro años coincidiendo con las campañas electorales? ¿Por qué no nos transmiten esa preocupación?

 
Indudablemente, no todos los políticos son iguales. Existen muchos que están presentes en el día a día e interactúan con los ciudadanos con una gran accesibilidad y cercanía. Ahora bien, si los comerciales hacen la calle porque ahí están sus clientes, todos los políticos de los pueblos y ciudades de este país deberían seguir esa máxima y estar pateando y recorriendo cada una de las calles de sus municipios hablando y solucionando las preocupaciones y problemas de los ciudadanos. Esa es la auténtica política, la más cercana. La política que deja poso porque transmite un interés real por cada uno de los ciudadanos en el día a día y no sólo cuando se acercan las elecciones. Qué importante y bueno sería empezar a hacer la calle para recuperar esa cercanía y fomentar la confianza. Lo merecemos todos, tanto los políticos como los ciudadanos. Sólo es cuestión de planteamientos. 

jueves, 17 de octubre de 2013

Papá, ¿a dónde vamos ahora?


Mi hija mayor, tiene menos de tres años, siempre que salimos de casa hace la misma pregunta, Papá, ¿a dónde vamos ahora? A partir de ese momento empezamos un diálogo en el que hay que adivinar muchas de las preguntas que hace con su "lengua de trapo" que siempre van en la misma dirección: saber a dónde va y el motivo por el que va a ese sitio. Todavía no hemos llegado al punto donde los niños hacen la pregunta de siempre, ¿Cuándo llegamos?, algo que por naturaleza llegará tarde o temprano.

Como el lenguaje es para ellos una adquisición reciente, quieren ejercitar su habilidad para preguntar y responder y es una fase completamente normal en su desarrollo. Los niños quieren saberlo todo y no admiten un no por respuesta.

Podríamos decir que, dentro de sus capacidades, el niño necesita también tener una seguridad en las cosas que realiza. Saber que, con sus padres, hará una serie de cosas por un motivo determinado que, muchas veces, no alcanzará a comprender. Pero son felices cuando obtienen sus respuestas. Si a los niños no se les da respuestas no se fomenta su seguridad.

Ahora bien, esa "necesidad" de conocerlo todo que tienen los niños, también la tenemos los adultos. En reuniones de café, conversaciones en la barra de un bar, comidas con amigos, reuniones de trabajo,... surgen numerosas preguntas e interrogantes que la gente no es capaz de responder porque no se corresponden con sus propias decisiones, son preguntas para las que no tenemos respuesta porque pertenecen a la esfera política y ahí, la comunicación siempre falla. Al no tener respuestas se genera una gran desconfianza e inseguridad porque no se conocen los objetivos ni motivos que mueven las decisiones políticas.

Todos sabemos lo que queremos hacer, a dónde queremos llegar y el motivo por el que hacemos una u otra actividad bien sea en el trabajo profesional de cada cual, en actividades deportivas, en sus relaciones personales y en su faceta familiar. Inconscientemente, aunque no lo tengamos ni escrito ni programado con exactitud, todos tenemos unos objetivos a corto, medio y largo plazo y, en consonancia con esos objetivos, desarrollamos una serie de acciones encaminadas a lograrlos. Aquellos que, por ejemplo, se preparan para hacer un triatlón, se inscriben con meses de antelación. Tienen un objetivo determinado en esa prueba y un tiempo delimitado para preparar cada una de las partes de esa competición donde tienen que ir superando cada una de sus marcas personales, en natación, ciclismo y corriendo. No tendría mucho sentido ir a probar suerte ni confiar en que el día de la competición uno esté al 100% de unas ansiadas facultades. Papá, ¿a dónde vas? ¿Por qué vas a correr? ¿Qué vas a hacer? ¿Por qué nadas?...

Mi hija me pregunta a dónde va porque es algo que le afecta directamente. Ella quiere saber. Un niño pregunta a su padre cuando se preparar para un triatlón porque quiere saber para qué tanta preparación. Un matrimonio planifica juntos sus vacaciones con tiempo. Unos padres inscriben a sus hijos en un colegio determinado por un motivo concreto con una visión a largo plazo. En una empresa se contrata a una persona para que realice unas funciones determinadas con unos objetivos concretos. Un deportista se prepara con tiempo para una competición entrenando y cuidando su alimentación y hábitos de vida. Una pareja joven planifica y organiza su boda con tiempo para que sea el mejor día de su vida y no se les escape ningún detalle. Un publicista estudia y analiza las necesidades de su cliente para preparar una campaña publicitaria que reporte unos beneficios determinados. Un arquitecto estudia las necesidades del cliente y las condiciones técnicas para realizar un proyecto a su cliente. Así podríamos seguir enumerando las diferentes profesiones y situaciones cotidianas en donde siempre tenemos unos objetivos y desarrollamos una serie de acciones concretas para lograrlos. Los niños quieren saber. Los mayores queremos tener las cosas controladas y planificadas.

Cualquiera de los ejemplos anteriores tiene definidos una serie de públicos a los que dirige, a los que rinde cuentas de lo que hace y a los que mantiene informados de los avances del proceso. En política, por desgracia, casi no existe la definición de públicos afectados ni segmentados ni delimitados, es una esfera donde se realizan acciones y muchas veces no conocemos los motivos. Un ganadero de una provincia del sur de España me dijo en cierta ocasión que la política, para él, era cuestión de fe porque no tenía pruebas de lo que le estaban prometiendo y tenía que creer en que las cosas iban a ser como le habían contado.

En la descripción del blog se menciona que los ciudadanos somos Jefes y Clientes de los políticos. Nos rinden cuentas cada cuatro años y trabajan por ofrecernos los mejores servicios buscando un mayor bienestar de la sociedad. Si sentamos a cualquiera de nuestros políticos en un aula con 20 niños, ¿Podrían responder a todas sus preguntas? Como decía sabiamente Jorge, la política, entonces, debe ser cuestión de fe.    

lunes, 14 de octubre de 2013

El Plan Estratégico (Segunda Parte)

A lo largo de anteriores entradas en ese blog, hemos ido viendo diferentes características de la comunicación de un candidato político o partido de cara a unas elecciones, contando con que este proceso se realiza con el suficiente tiempo de antelación que permite trabajar la imagen en cada uno de los públicos de interés.  En cuanto a la realización y ejecución de un plan estratégico bien articulado y definido, nos facilita:
 
  • Actuar sobre información científica que obtendremos en los estudios sociológicos que preparemos "ad hoc" para obtener el mayor número de información que nos sea de interés de cara a los objetivos finales de la campaña electoral y al trabajo en cada una de las audiencias que definamos de interés estratégico.
  • Contar con una estrategia clara. Una estrategia básica como punto de partida sobre la que ir articulando los diferentes mensajes. Una línea sobre la que ir ejecutando las diferentes acciones.
  • El mensaje lo hemos interrelacionado con la opinión pública.
  • No existe la dispersión. Todo está medido, analizado, pautado. Lo que se salga de las líneas marcadas no sirve para nada y supone perder tiempo y dinero.
  • Mantenemos un seguimiento. Evaluamos las acciones que vamos desarrollando y tratamos de ajustar las tendencias que nos encontramos en el mercado electoral.
  • Facilita y prevé el manejo de eventuales crisis. Todas las debilidades de nuestro candidato están contempladas en el plan con lo que siempre tendremos un plan de contingencia preparado ante la posibilidad de que esas debilidades se filtren a la opinión pública con el objeto de crear una crisis de imagen de nuestro candidato o partido. Al estar contempladas en el plan, tendremos las correspondientes acciones enfocadas a minimizar esas crisis y volverlas de nuestro lado tratando de convertirlas en oportunidades de crecimiento.
  • Hay un mayor control en el logro de los objetivos. Nos presentamos a un proceso electoral con todos los mimbres asentados y los objetivos definidos. Los objetivos tienen que ser siempre reales con lo que el control del logro de los objetivos que definamos a corto, medio y largo plazo son fácilmente evaluables.
  • Permite persuadir con base científica en cada uno de los posibles escenarios en los que nos podemos encontrar. Esta persuasión es fruto del conocimiento que tenemos del conjunto de agentes del tablero electoral. Persuadir implica tratar de modificar esa percepción en los distintos públicos y diferentes escenarios para lograr que se comporten, en la mayoría de los casos, como nosotros tenemos definido.
 
Es importante tener en cuenta que el plan estratégico hay que redactarlo en las primeras fases de la campaña. Preferiblemente con un año y medio como mínimo de antelación. Se redacta cuando el consultor conoce bien el terreno, conoce al candidato y sabe de sus contrincantes, conoce quiénes están involucrados a nivel interno en el proceso así como poder cuantificar el esfuerzo, los recursos, las acciones, los estudios a realizar,… Este momento inicial es fundamental en el desarrollo de la campaña porque nos va a permitir, entre otras cosas, diseñar y definir los estudios sociológicos, geomarketing, y demás análisis cualitativos que nos sitúen en el escenario real en el que nos encontramos.
 
Un plan estratégico nunca marca las líneas políticas. Es importante que tengamos en cuenta que el consultor nunca hace política, eso es cosa de los políticos.
 

viernes, 11 de octubre de 2013

El Plan Estratégico (Primera parte)

El plan estratégico de comunicación en consultoría política nos marca esa hoja de ruta necesaria sobre la que ir ejecutando las diferentes acciones de comunicación que traten de modificar la percepción que, de nuestro candidato y partido, tienen los diferentes públicos a los que nos queremos dirigir.  Esta línea de trabajo debe enfocarse en un contexto concreto, en un momento particular y con unas condiciones concretas en las que debemos contemplar, como estudiamos en temas anteriores, los diferentes agentes que componen el tablero sobre el que desarrollar el “juego electoral".
 
Un plan estratégico es un documento escrito que contiene los supuestos básicos y las estrategias. Como tal, se convierte en un punto de referencia fundamental que establece todos los parámetros de las actividades que vamos a ir desarrollando a lo largo del tiempo.
 
El plan describe lo que estamos haciendo y cuándo lo estamos haciendo. Lo que necesitamos para desarrollar las acciones y los recursos con los que contamos y debemos priorizar. Existen personas dentro de las estructuras políticas que se resisten a la creación de este plan porque impone estructuras, plazos, tiempos,… La naturaleza humana, donde el ego es una de las partes más importantes en la toma de decisiones en política,  nos lleva a no querer “imposiciones” de gente externa, el consultor político, por parte de muchos miembros de la organización que ven, erróneamente, en cuestión su esfera de poder.  Por lo tanto, es importante que el consultor explique bien a todos los implicados las virtudes y bondades del plan así como los objetivos para sumar el mayor número de adeptos y lograr una unidad en la ejecución del mismo.
 
  • Un plan es como un itinerario de viaje. Describe a dónde vamos, cuándo llegaremos a nuestro destino y lo necesario para llegar al mismo. Evita perder el rumbo cuando amigos, miembros del partido, familiares del candidato,… y todos aquellos que funcionan como expertos por la intuición traten de convencernos de que estamos haciendo todo mal.
  • Es un documento vivo, en continuo progreso. Es un proceso que debe ir adaptándose a las diferentes circunstancias, nuevos análisis, datos, realidades,… Un plan nunca puede ser algo que se prepara una vez y no hay modo de ir ajustándolo.
  • Delimita las líneas en las que nos encontramos dentro del “juego electoral”
  • Un plan es un documento estrictamente confidencial al que pocos tienen acceso y que se trata con exquisita delicadeza y cuidado en todo momento. La filtración de este plan a un partido contrario daría al traste con todo el trabajo y aportaría demasiadas pistas al contrario sobre nuestro propio candidato y nuestras debilidades reales.
 
 Similitudes entre un Plan Estratégico electoral y la planificación de un viaje en el ámbito de lo personal.
 
 

jueves, 10 de octubre de 2013

El tablero del "juego electoral"

El tablero de juego de una campaña electoral está muy definido y se ha escrito mucho acerca del mejor modo de interactuar con los diferentes agentes que lo componen. A lo largo de este post, vamos a dar unas pinceladas en el modo de ser, quiénes lo forman, dónde lo forman, cómo lo forman,…
 
En el llamado “juego electoral” hay muchas opciones y muchos componentes que debemos tener perfectamente situados para poder articular nuestra estrategia contando con las circunstancias de la gran mayoría de ellos. Si somos capaces de jugar una partida trabajada, estudiada, analizada y bien enfocada, nuestras opciones de éxito son siempre mayores.
 
Podríamos decir que el tablero del juego electoral que culminará con la campaña, batalla de percepciones, está formado por:
 
  • Candidatos políticos que concurren a las elecciones. El mío, para el que vamos a trabajar, y aquellos que van a ser los adversarios.
  • Circunscripciones electorales. Lugar físico donde se va a desarrollar la contienda. El tablero sobre el que jugar una partida, con sus divisiones propias en mesas electorales o pequeñas zonas del tablero de juego.
  • Circunstancias comunes a todos los participantes. Situación económica, social o política. Coyunturas normales que afectan de diferente forma a los públicos. Capacidad de inversión, posibilidades económicas, organización interna,.. 
  • Electores. Ciudadanos con edad de votar. Estos ciudadanos se sitúan en cada una de las circunscripciones o mesas electorales. Debemos conocer y tener el mayor número de datos no sólo de su comportamiento electoral sino también de sus inquietudes, problemáticas, preocupaciones, deseos, …
  • Ley D´Hondt. Ley electoral que regula los resultados de las votaciones en función de una variable por mayorías. Es uno de los factores más importantes que debemos tener en cuenta en consultoría política.  


Si quieres tener credibilidad y que todos los pasos que des en tu estrategia tengan éxito, tienes que preparar el tablero con el suficiente tiempo de antelación. Las improvisaciones y las prisas son malas compañeras de vieja en política. El ciudadano percibe durante todo el tiempo y no puedes ponerte a trabajar las percepciones con unos meses de antelación. Si quieres preparar las cosas bien, hazlo con tiempo. Las estrategias deben ser, también, a largo plazo.
 
El desarrollo de un proceso electoral desde el inicio más básico donde se realizan los diferentes estudios sociológicos debe tener en cuenta el tablero sobre el que desarrollar la partida y los diferentes tiempos con los que debemos contar. En una campaña electoral es tan importante nuestro candidato como los oponentes, las situaciones en las que se encuentra la ciudadanía y sus inquietudes y las diferentes secciones censales donde trabajar la activación o desactivación del voto mediante la Ley D´Hondt.
 
El conocimiento de cada uno de los componentes de los que se compone el proceso electoral nos permitirá, como consultores políticos, realizar un trabajo más minucioso, mejor enfocado y con un importante ahorro económico ya que sabremos qué hacer, cómo hacerlo y dónde hacerlo con gran exactitud. La intuición así como los comentarios de la gente del entorno del partido político, sin base científica alguna, deben, cada día, ir dejando paso a la exhaustividad, el rigor y la toma de decisiones en base a estudios, análisis y conocimiento certero.
 
A lo largo de las últimos años, gracias a los avances tecnológicos, se ha ido progresando en el modo de realizar la consultoría política. Antes se funcionaba por creencias e intuiciones, hoy en día se trabaja con conocimiento científico y planes estratégicos a corto, medio y largo plazo. 
 
El “juego electoral” se convierte, de esta forma, en una sucesión de hitos que componen una estrategia. Contemplar y tener presente todos los componentes facilitará la previsión ante eventuales problemáticas así como la ejecución de cada una de las estrategias incluidas en el plan.
 
A lo largo siguientes pots vernos cómo el voto tiene un altísimo componente de sentimiento. El voto es, en gran medida, sentimental. Llegamos a nuestros públicos mediante los sentimientos y conocer bien los participantes en el tablero nos permite ejecutar y motivar ese tipo de voto en nuestro beneficio.